Hoy, día de San Jorge, vuelven a la Diputación de Barcelona los Mozos de Escuadra. He aquí uno, que se está probando el uniforme, Antonio Moncada Noguera, mozo de segunda (galones de cabo).
– ¿Cuáles son sus atribuciones?
– Vigilancia estricta del palacio de la Diputación y su cordón técnico.
– ¿Qué abarca este cordón?
– Aunque no está señalado, creo que será todas las calles que rodean al palacio, hasta la mitad y media plaza.
– ¿Misión?
– Como agente de la autoridad, mantener el orden.
– ¿Armado?
– Pistola del nueve largo y para servicios de guardia, mosquetón y subfusil, llamado vulgarmente «naranjero».
– ¿Cuántos son?
– Una sección de cuarenta individuos.
– ¿Clases?
– Diez mozos de segunda, y por encima un teniente subjefe y el capitán jefe. Está pendiente la formación de «mozos de primera», que serán tres de entre los diez de segunda.
– Usted puede ser.
– Se hará el nombramiento mediante concurso entre los mejores puntuados.
– ¿Qué puntúa?
– Todo: examen, cultura y moral del individuo.
– Usted ¿qué es además de «mozo»?
– Maestro nacional.
– ¿Prefiere ser «mozo» a enseñar?
– Sí, señor; por vocación militar y por pertenecer a los «mozos de escuadra», cuerpo conocido por su comportamiento y tradición.
– No es obligatorio llevar «espardenyes? ¿Por qué calza botas?
– Las botas son para diario, como la gorra de plato; la gala es el mismo uniforme con alpargatas y chistera.
– ¿De qué Ministerio dependen ustedes?
– Por un lado, del de Gobernación, cuya delegación ostenta el Excmo. Sr. Presidente de la Diputación, y por otro lado, del Ministerio del Ejército, cuyo inspector nato es el Excmo. Sr. Capitán general de esta IV Región.
– ¿Sanciones?
– Estamos sujetos al Código de Justicia Militar.
– Fuera del cordón técnico, ¿tienen jurisdicción en la calle?
– Como fuerza de orden público, obramos en consecuencia para el mantenimiento del orden.
– ¿Qué son más, militares o civiles?
– Como militares, nuestros jefes con militares profesionales; como civiles percibimos nuestros haberes a cargo de la Diputación provincial.
– ¿Cuánto cobran?
– Los mozos de tercera, diez mil pesetas anuales, tres pagas extraordinarias, trienios de cuatrocientas y puntos y demás devengos como los funcionarios de la Diputación. Los de segunda, sueldo anual de once mil y trienios de quinientas, y los de primera, sueldo anual de doce mil y trienios de seiscientas; los puntos y devengos, como los de tercera.
– ¿Esto da más que una escuela?….
DEL ARCO
Año: 1952
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Vuelven a la Diputación los Mozos de Escuadra
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Radiomensaje de Su Santidad Pío XII a los participantes en el XXXV Congreso Eucarístico Internacional
[…]
¿Quién hubiera podido pensar cuando, en la tibia primavera de 1938, dirigíamos Nuestra palabra, en la tan hermosa como desdichada Budapest, al trigésimo cuarto Congreso Eucarístico Internacional, que en el siguiente íbamos a hacer oír Nuestra voz desde esta Sede Apostólica y después de un paréntesis tan largo como doloroso? Cargado estaba el horizonte; y las expresiones que allí se escuchaban eran ya para ponderar lo dichoso que el mundo sería, si quisiera seguir las exhortaciones del Sucesor de Pedro en favor de la paz.
Pero la voz fue desoída; el turbión descargó con estruendo y con estrago; y hoy de nuevo, el grito angustioso, que escapa de todas las gargantas, es el mismo de entonces: ¡la paz!
[…]
España ha tenido el alto honor, justo reconocimiento a su catolicismo íntegro, recio, profundo y apostólico, de dar hospitalidad a esta magna Asamblea, que añadirá a sus fastos religiosos una página, que ha de contarse entre las más brillantes de su fecunda historia; y en nombre de la vieja Madre España le ha tocado hacer los honores a la espléndida y próspera Barcelona, de la que no querríamos en estos momentos recordar ni la belleza de su situación, ni su clásica hospitalidad, ni su espíritu abierto siempre a todas las iniciativas grandes, sino más bien su tradición eucarística cifrada en tres nombres: el «Santo de la Eucaristía», que fue S. Ramón Nonato; un apóstol de la comunión cotidiana ya en el siglo XIII, que es Santa María de Cervelló; y un alma que subió a todas las alturas de la mística, nutriéndose algunas veces tan solo de Eucaristía, S. José Oriol.
[…]
España y Barcelona, o, mejor dicho, el trigésimo quinto Congreso Eucarístico Internacional, pasará al Libro de Oro de los grandes acontecimientos eucarísticos por su perfecta preparación y organización, por la amplitud y acierto de sus temas de estudio, por la brillantez y riqueza de las Exposiciones y certámenes que lo han adornado, por la imponente concurrencia presente, por el sentido católico que lo ha inspirado, especialmente recordando los hermanos perseguidos, y por el contenido social que se le ha querido dar, tan en consonancia con Nuestros deseos. Pero Nos deseamos mucho más: Nos queremos proponerlo como ejemplo al mundo entero, para que al veros —tantas naciones, tantas estirpes, tantos ritos — «cor unum et anima una» (Act 4,32) pueda comprender dónde está la fuente de la verdadera paz individual, familiar, social e internacional; Nos esperarnos que vosotros mismos, inflamados en este espíritu, salgáis de ahí como antorchas encendidas, que propaguen por todo el universo tan santo fuego; Nos confiamos que tantas oraciones, tantos sacrificios y tantos deseos no serán inútiles; Nos, reuniendo todas vuestras voces, todos los latidos de vuestros corazones, todas las ansias de vuestras almas, queremos concentrarlo todo en un grito de paz, que pueda ser oído por el mundo entero.
[…]
Hágalo así esa «Moreneta» de Monserrat, patrona del Congreso y madre de Cataluña, a la que desde aquí Nos parece ver en su nido de águilas, volviendo sus ojos maternales hacia vosotros y bendiciéndoos con todo amor; háganlo S. Pascual Bailón y todos vuestros Santos y Ángeles protectores; mientras que Nos, rebosando de gozo por haber podido ver en tan calamitosos tiempos un espectáculo tan hermoso como el que habéis ofrecido, os bendecimos a todos: a Nuestro dignísimo Legado; a Nuestros hermanos en el Episcopado con su clero y pueblo ; a todas las autoridades presentes, a cuantos han colaborado generosamente en la preparación y organización del Congreso, a cuantos en este acto final de tan solemne Asamblea, y fuera de él, oyen Nuestra voz; a la Ciudad Condal, a España y al mundo entero, cuyas ansias pacíficas hallan siempre completa correspondencia en Nuestro corazón de Padre.