Mes: septiembre 1920

  • Matanza en el cabaret Pompeya

    Barcelona 13 a las 21’30.
    Explosión de una bomba
    Muertos y heridos
    Tempestad aérea y terrestre
    Barcelona.-Anoche se desató en esta ciudad una horrorosa tormenta.

    Soplaba recio el vendabal, llovía a cántaros y sucedíanse rápidamente los relámpagos y truenos.

    Cuando la tempestad arreciaba, en medio del fragor de la tormenta, estalló con horrísona detonación una bomba en el music hall «Pompeya».

    Creyeron en un principio los que en aquellas cercanías oyeron la explosión que allí había caído un rayo.

    La espantosa realidad

    A la detonación consiguiente al estallido de la bomba sucedieron en breve alaridos desgarradores, voces de angustia, ayes de dolor, gritos de espanto y de terror.
    Entonces las gentes se dieron cuenta de la tremenda realidad.

    Era que a las 12 y 27 minutos de la noche [es decir la madrugada del 13], durante un intermedio del espectáculo, cuando muchos concurrentes estaban fuera, hizo explosión una bomba colocada sobre una butaca.

    Cuadro espantoso

    Ante la realidad son pálidas cuantas descripciones se hagan del cuadro espantoso que ofrecía el «Pompeya» inmediatamente después del estallido.

    Los cascos de la bomba lo destrozaron todo e hirieron terriblemente a muchas personas.

    Sobrevino una desbandada general. Los espectadores huían alocados, despavoridos. Se precipitaban unos contra otros hasta formar montones de gente, verdaderos amasijos de carne humana en medio de un humo espeso y acre que a raíz de la explosión empezó a esparcirse por la sala.

    Era una visión espantosa la que ofrecía aquel local tan pronto la concurrencia se dió cuenta de la realidad.

    Muertos, heridos, destrozos

    Cuando fué posible proceder a investigaciones y reconocimientos fueron recogidos diez y nueve heridos y dos muertos.

    Un casco fué a dar contra la cañería conductora del agua y la rompió. El peligro de una inundación se sumó a tantos horrores.

    La sangre fluía abundante, formaba regueros, se encharcaba.

    En su desenfrenada carrera, presa del espanto, perdieron muchos el sombrero, alguna prenda de vestir, el bastón, etc. Otros perdieron las ropas con que se encubrían y que en su desesperación desgarraban o que les arrancaban a tirones los que pretendían adelantarles para huir.

    Los dos cadáveres halados en el salón no han sido hasta ahora identificados.

    Uno de los heridos ha fallecido en el Hospital de Santa Cruz. Otros dos agonizan.

    Entre los heridos figuran el periodista de Alicante don Federico García Gómez y dos compañeros.

    Diez minutos antes de producirse la explosión el barítono señor Ceballa y los maestros músicos Millán y Acevedo trataban de ir a un espectáculo.

    Después de titubear sobre si entrarían o no en el Pompeya, desistieron de este primer propósito y optaron por ir a otro cabaret de la calle del Conde del Asalto.

    Así eludieron el terrible peligro y los trastornos que implicaba ir a Pompeya.

    El artefacto explosivo

    La bomba estaba oculta debajo de una gorra con visera de charol. Estaba cargada con un potente explosivo que había de obrar como agente propulsor de los balines y trozos de hierro que rellenaban el infernal artefacto.

    Algunos vierno la mecha aplicada al explosivo, pero sin acertar a quitarla.

    Las autoridades creen que la mecha se encendió con un cigarrillo.

    Después de la catástrofe

    Entre el vecindario del Paralelo produjo la catástrofe del Pompeya una honda consternación general y fuertísimo enojo que transcendieron pronto a toda Barcelona.

    Los heridos son en su mayoría gentes humildes.

    Los autores de este infame atentado no han sido habidos, a pesar de que el Gobernador ha dejado entrever que está sobre una pista segura.

    El jefe del Gobierno señor Data ha condenado al atentado del Pompeya y ha dictado severísimas órdenes a las autoridades de Barcelona.

    Se ha hecho observar que uno de los heridos lo está en ambas manos, detalle que puede conducir a una pista.

    Resulta también extraño que el atentado se perpetrara precisamente en uno de los barrios más populares de Barcelona.

    El Subsecretario de Gobernación ha dicho que la policía busca a dos individuos que estuvieron en el salón Pompeya momentos antes de producirse la explosión.

    Protesta obrera

    La organización obrera de Cataluña ha publicado un manifiesto en el que protesta enérgicamente contra el atentado del salón Pompeya.

    Dice el documento que los obreros organizados están dispuestos a colaborar en cualquier acción que tienda a terminar con los crímenes llamados sociales y que prestarán poderosa ayuda al que quiera esclarecer este asunto tenebroso.

    Añade el manifiesto que se llegará a donde precise para patentízar la protesta y la indignación, invita a los obreros que dejen el trabajo el día del entierro de las víctimas del atentado del salón Pompeya.

    «Perseguimos (dice por último la manifestación de los obreros organizados de Cataluña) un ideal de justicia que no puede empañarse con la mancha de un crimen.»

    Firman el manifiesto protesta el comité de la federación local y los de las confederaciones regional y nacional.

    NOTICIAS VARIAS
    Huelgas, conflictos y agresiones
    Barcelona.-Se ha prohibido la celebración de un mitin sindical-socialista.

    El paro alcanza a setenta casas y el número de huelguistas asciende a mil setecientos.

    Ha fallecido el maquinista de La Publicidad que fué agredido recientemente.

    El entierro del linotipista Román se ha visto concurridísimo.

    El otro linotipísta mejora y lo mismo el administrador de la cárcel.

    Ha sido agredido y herido levemente el maestro barbero Francisco Martinez. El agresor es el dependiente Gonzalo Godino.

    En la calle del Asalto asestaron una puñalada en la región cervical al tenedor de libros don Félix Sánchez.

    El agresor huyó y no fué habido.

    Se espera una solución del pleito de teatros en el que interviene la Sociedad de Autores.

  • Se constituye Nestlé España con sede en la Via Layetana 41

    El 18 de noviembre de 1879, los lectores del periódico La Alianza de Valencia se encontraron en la página cuatro con la noticia de que en la farmacia del Dr. Aliño, en la Plaza del Negrito, se vendían botes de Harina Lacteada de H. Nestlé. Era el primer anuncio de Nestlé que se conoce en España.

    En 1890, las barreras aduaneras volvían a instaurarse, afectando gravemente a las exportaciones. Esta situación marca las líneas de la nueva sociedad Nestlé que, a partir de 1898, empieza a implantarse industrialmente en el extranjero.

    Así nace en La Penilla, Cantabria, la primera fábrica de Nestlé en España, que empieza a funcionar en 1905.

    A principios del siglo XX, la Harina Lacteada Nestlé era un producto bien establecido en España, tal y como demuestra la variedad de testimonios publicitarios que han llegado a nuestro días. Sin embargo, su difusión estaba supeditada a las barreras arancelarias aplicadas a los productos de importación, instauradas con el fin de proteger la industria nacional. Tal situación dio lugar, en 1905, al establecimiento industrial de Nestlé en España. Cinco años después, en 1910, se inició la elaboración de leche condensada bajo la marca La Lechera.

    Finalmente, el 17 de septiembre de 1920 se constituyó la sociedad Nestlé, Anónima Española de Productos Alimenticios, con sede en el número 41 de la Via Laietana de Barcelona.

  • 175 voluntarios catalanes constituirán la base de la Legión de Millán-Astray

    En el banderín de enganche de esta plaza, se han alistado hasta ahora 182 individuos para el tercio de extranjeros. Entre ellos figuran tres argentinos, un argelino y un marroquí.

    En breve marcharán a su destino.