Mientras el conde nos enseñaba su estupenda casa, entre unas frases de elogio para un cuadro de Pantoja, una armadura milanesa ó un tapiz flamenco, derivamos la conversación del toro a los toreros. Admirados estábamos ante un biombo japonés, en el que se comenta nuestro Quijote, mueble curiosísimo de un raro mérito artístico, cuando saltó en la conversación el nombre de Rafael el Gallo. ¿Por qué? No lo sé. Acaso por asociación de ideas, que Rafael tiene mucho de Quijote taurino. Lo cierto es que el conde me refirió que una vez El Gallo le pidió una corrida para Barcelona. Se envió la corrida, y al desencajonar los toros, uno se rompió un cuerno. Telegrafiaron al conde dándole cuenta de ello y le preguntaban ¿qué hacemos? Cuando se recibió el telegrama, Rafael, de paso para Barcelona, visitaba a Santa Coloma.
-Mira lo que me dicen, Rafael -dijo el conde-, que un toro se ha roto un cuerno, y que qué hacen.
-Dígales osté que a ve si puen haser que se rompan los cuernos los otros sinco.
Comentarios del compilador
De Wikipedia más abajo:
Sin embargo, no recoge frases célebres como:
Video, con sonido añadido cutre:
100 años de la ganadería de Santa Coloma