Mes: noviembre 1905

  • Ataque militar contra las oficinas del ¡Cu-Cut! y La Veu de Catalunya

    En 1905 la Lliga volvió a perder las elecciones provinciales, aunque en este negro panorama le aportaron cierto consuelo unas elecciones municipales en otoño. Para celebrarlo, el partido convocó el 18 de noviembre un «banquete de la victoria». Sacó punta al suceso el semanario satírico nacionalista Cu-cut!, en un chiste: un militar comentaba el cartel del banquete: «¿Victoria? Eso será cosa de paisanos.» Las pullas y desprecios al ejército menudeaban desde el 98, pero esta ocasión fue para muchos militares la gota que colma el vaso, máxime viniendo de quienes en el 98 habían laborado en la retaguardia contra el esfuerzo bélico. Grupos de oficiales asaltaron los locales de la Cu-cut y los de La Veu de Catalunya, y destrozaron sus enseres.

    Aquel coletazo del 98, en principio traumático, se transformó para los nacionalistas en lluvia copiosa después de una sequía, inaugurando una época de esplendor para ellos.

    El escándolo por el asalto a Cu-cut tomó proporciones gigantescas. Todos los partidos en Cataluña, desde los carlistas a los republicanos, así como la prensa, se solidarizaron con la Lliga, poniendo al rojo vivo a la opinión pública. En Madrid la irritación con la literatura nacionalista creó el ambiente contrario. También allí había un fuerte rechazo a la acción de los militares, pero la indignación de éstos era tal que ningún gobierno tuvo ánimos para afrontarla. El entonces jefe de gobierno, Montero Ríos, dimitió, y su sucesor Moret, que había acordado con Cambó cortar la indisciplina castrense, aceptó la «Ley de jurisdicciones,» por la cual los delitos contra la patria y el ejército pasaban al ámbito militar. Esa ley suponía un grave retroceso, pues la Restauración había superado la intromisión del ejército en la política, pero en buena medida era tambíén el fruto de una imprudente e incesante provocación a las fuerzas armadas, las cuales se sentían impotentes y desprotegidas por los políticos.