Queda inaugurada la calle de la Princesa

El 19 de noviembre de 1853 había tenido lugar la inauguración de la nueva y ancha calle de la Princesa, continuación de la gran arteria que formaban las calles de Jaime I y Fernando…

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Una respuesta a «Queda inaugurada la calle de la Princesa»

  1. Avatar de Alberto Pernales
    Alberto Pernales

    Un taxista dice «que la primera calle adoquinada de Barcelona fue la calle Princesa y que para ello hicieron venir obreros belgas que, según parece, eran buenísimos en trabajos de este tipo.»

    Parece que el proyecto se hizo rapidamente. En [ref2678] leemos que

    Por Real órden de 11 de julio [de 1853], se autoriza al Ayuntamiento de Barcelona para levantar un empréstito de 3.000,000 de reales con el interes de 5 p. c. amortizable en 15 años, y dedicado á la apertura de una calle llamada de la Princesa. Esta resolucion se ha tomado de acuerdo con el Consejo Real.

    Sin embargo el 8 de noviembre [ref2679] cuenta que

    continuan desocupándose la mayor parte de las casas que debian ser derribadas para la abertura de la calle de la Princesa: la municipalidad trata de llevar á efecto con la mayor rapidez esta importantísima mejora, para lo cual habia celebrado una reunion con los diputados de la provincia.

    Diez días me parecen muy pocos para completar el proceso. Entonces, ¿qué exactamente fue inaugurado el 19, y alguien sabe más sobre los misteriosos belgas?

    La nueva calle no fue a gusto de todos. En [ref2680] un emigrante vuelve a su barrio:

    Un buen rato estuvo parado en [la plaza de la Boquería], volviendo la cabeza á la calle de la Boqnería y del Hospital alternativamente.

    Su corazon luchó un instante respecto de la direccion que tomaría.

    La calle de la Boquería le atrajo al fin.

    Llegó á la plaza del Angel, entró en la de la Boria, y se metió en el callejon de San Ignacio, pasando seguidamente á la calle del Mill.

    —¡Qué es esto! esclamó al verse sin sentirlo en medio de la calle de la Princesa.

    Y empezó á volver la cabeza de un lado hácia otro, mirando alternativamente arriba y abajo, como un hombre que ha perdido el tino.

    Y Diego lo habia perdido realmente.

    Volvió á entrar en la calle del Mill.

    —Sí, ésta es, porque la roconozco, esclamó, la calle mia; ¡pero no hay mas que la mitad!…. Con efecto, la nueva calle de la Princesa, abierta mucho despues de su salida de Barcelona, cortó por mitad, destruyéndola, la calle y la casa en que vivían Diego y su madre.

    —Empiezo por no encontrar la casa en donde vivia, ¡en donde seguramente habrá muerto de dolor mi madre!

    Preguntó á varios vecinos de la otra media calle, pero ninguno de los de su tiempo habitaba ya en ella.

    Diego sintió un pesar profundisimo.

    Atravesó la calle de la Princesa, y entrando en la de Moncada, se fué directamente á la parroquia de Santa María.

    Subió á la habitacion del cura, …

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