Dice el refran que fray Modesto nunca llegó á ser prior, lo cual en buenas palabras viene á significar que el hombre modesto no medra, y por lo mismo casi viene á aconsejar que no seamos modestos. Se conoce á la legua que el refran es antiguo, y á buen seguro que si hoy debiese inventarse no se inventaría, porque la modestia como algunas otras tonterías de los viejos, ha desaparecido. ¿Quién no se cree bueno para gefe político, corregidor, capitan general, ministro, juez intendente, diputado y para todo? ¿Quién es tan modesto que no se juzgue nacido á propósito para gobernar, no solo una nacion sino la Europa entera? ¿No nos lo estan diciendo asi los infinitos gobernadores que vemos en todas partes? ¡Cuánto ministro, cuánto gefe político, intendente, general etc. etc. y sobre todo cuánto legislador! Pues entre todos no bay uno siquiera que no se repute muy apto, pues á no ser asi dejaría el oficio; y yo creo muy bien que todos lo son, y sino venga Dios y diga si en España los legisladores no hacen leyes, los intendentes no cobran contribuciones, y si cada uno de los demas no hace lo que atañe á su destino. Pero el hecho es que no son modestos para decir no quiero porque no soy bueno, porque no sé, porque no lo entiendo bastante, ú otra frase modesta por este estilo, y hé aqui por qué todos llegan á ser priores, haciendo de todo punto inútil aquel antiguo refran, bueno para los tiempos en que el 999,999 por millon de los hombres eran unos zopencos. Ahora no hay tontos ni modestos, por cuya razon el bueno de san Modesto, cuya fiesta celebra hoy la Iglesia se ha quedado sin clientes.
Juan Cortada, José de Manjarrés, Josefina Roma, El libro verde de Barcelona. Añalejo de costumbres populares, fiestas religiosas y profanas, usos familiares, efemérides de los sucesos mas notables acaecidos en Barcelona (1848).