La festividad del Corpus y su octava se celebra en esta ciudad con el aparato y magnificencia propios de los países católicos y mucho mas de una Capital rica y populosa: el que desee ver en todo su punto el lujo y esmerado adorno del bello sexo Barcelonés, que en talle, elegancia y finura en el vestir; pocos pueblos pueden comparársele, débese recorrer como es costumbre las calles por donde hacen su curso las respectivas procesiones.