Mes: enero 1833

  • Predicción de la Primera Guerra Carlista

    Juicio del año

    ¡Año fatal! ¡Año atroz!
    Sañudo tus puertas abre
    El sanguinario Mavorte,
    El númen de los combates.

    ¿Oís zumbar el cañon?
    ¿Oís como cruje el parche?
    ¡Qué de estragos! ¡Qué de horrores!
    Temblad míseros mortales.

    Arrisadas las campiñas,
    Demolidas las ciudades……
    ¿Mas donde voy? ¿Quien me manda
    Ser profeta de desastres?

    No siempre el dios de la guerra
    La lanza horrorosa blande,
    El yelmo ciñe y embraza
    El escudo de diamante.

    Tambien en tálamo dulce
    De rosas y de arrayanes
    Le aduermen blandas caricias
    Entre coloquios amantes.

    Grato consorte de Vénus,
    Del Amor felice padre,
    Las Gracias en torno suyo
    Vierten aromas suaves.

    Alzad los turbados ojos
    Al alto Olimpo, y miradle
    Nuncio de paz y ventura;
    No de rapiña y de sangre.

    No en los campos de la Tracia
    Rueda su carro execrable;
    Que en los vergeles de Chipre
    Entona cantos nupciales.

    ¡Año dichoso, recuerdo
    De las Saturnias edades!
    Dejad la azada, colonos;
    La aguda reja descanse:

    No os fatigueis, artesanos;
    Abandonad los telares:
    Holgad y dormid, pastores
    Aunque el lobo os amenace.

    Ya sin cultivo la viña,
    Ya el barbecho sin afanes
    Colman de grano las eras
    Y de mosto los lagares.

    Ved cual su copia Amaltea
    Do quiera pródiga esparce:
    Mirad de leche y de miel
    Brotar el monte raudales.

    Ya el olivo, ya el naranjo……
    Pero miento mas que un sastre,
    Y harto naranjo será
    El que mis bolas se trague.

    Valga la verdad: el mundo
    Siempre es el mismo, aunque rabien
    Gitanos estafadores
    Y astrólogos charlatanes.

    ¿Que nos importa Saturno
    Ni su mentido linage?
    ¿Quien es Vénus? Una puerca.
    ¿Quien es Febo? Un botarate.

    ¿Que se nos da de que el dia
    Lunes ó Martes se llame?
    Para holgazanes y bobos
    Todos los dias son Martes.

    Sobriedad, virtud, trabajo;
    Estas son, lector, las bases
    De la riqueza, y la dicha,
    Y la paz de los hogares.

    Con el sudor de tu frente…..
    Ya me entiendes; ya los sabes:
    Y, como dice el refran,
    ¿Donde irá el buey, que no are?

    Trabaja pues ¡pese al Diablo!
    Y con esto, y con un vale,
    Y un Dios sobre Todo, amen,
    Aquí doy fin al romance.