Nuestra Señora de Montserrat libra a un fraile de varias heridas mortales

De uno que fue librado de muchas heridas mortales. Milagro 227.

A XVIII de Março 1541 vino a esta sancta casa el señor fray Galceran de Torres comendador de sant Iuan el qual hizo relacion como a VIII de Setiembre mes cerca passado entre las nueva y diez horas de la noche passeandose por la Ciudad de Barcelona le salieron de una casa cinco hombres bien armados, y dieron sobre el, tirandole de estocadas, no teniendo el arma defensiva ninguna, salvo una espada y una daga en la cinta: y como le tiraron tan cruelmente, los dos le dieron estocadas muy peligrosas, la una le passo la garganta, y la otra le acerto entre el ojo y la nariz, que le entro dedo y medio. Y como se viesse en tan gran aprieto y necessidad, con la espada en la mano reclamo a nuestra Señora de Montserrate, suplicandola que le favoresciesse, y librasse de aquellos que tan cruelmente le maltratavan, y le querian del todo acabar. Y estando assi siempre reclamando a nuestra Señora, y defendiendose como podia con la espada, el uno de los enemigos cayo en tierra, y lo mismo hizo el dicho comendador a causa delas mortales heridas que tenia, y en especial una en la cabeça, y el viendose en tanta fatiga continuamente se encomendava a nuestra Señora, viendo que no tenia otro socorro sino della. Y como el solia ser muy devoto de nuestra Señora, assi ella tuvo por bien dele oyr, ca no per mitio que estando en tierra recibiesse mal alguno, qun que los enemigos no cestassen de darle todos los golp0es que podian con todas las fuerças, sin hazer el resistencia alguna, y tanto que pensavan que dava doto despedaçava. Mas guardandole nuestra Señora no recibio mas daño del que avia recebido antes que cayesse. Y assi se levanto con las heridas mortales que antes tenia, y se fue a su posada encomendandose siempre a nuestra Señora. Y ella le socorrio tambien, que con breve tiempo sanasse, en especial de la herida de la cabeça de donde le sacaron siete pieças de huessos, de la qual pensavan que avía de morir. El visto tan gran beneficio recebido, hizo muchas gracias a nuestra señora y para mayor cumplimiento vino a esta sancta casa: y conto el milagro en presencia de fray Salinas capellan, y fray Francisco Ferrando y fray Iuan Yuañez, y fray Pedro Velez de Guevara donados desta sancta casa.

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